Las elecciones se llevarán a cabo el próximo domingo en un clima de tensión e incertidumbre, mientras el presidente legítimo Manuel Zelaya insta a sus compatriotas a no votar, Roberto Micheltti -que se ausentó del poder por una semana- y que encabezó la pata política del golpe, denuncia un plan para asesinarlo.
Hugo Chávez, presidente de Venezuela, afirmó que "sólo los gobiernos derechistas de Latinoamérica" podrían estar a favor de estas elecciones. Argentina, Brasil, Nicaragua y Ecuador ratificaron su apoyo a Zelaya y anunciaron que desconocerán los resultados del domingo.
Perú, Colombia y Panamá, se pusieron de la vereda de enfrente y alineados con la confusa -pero habitual- política internacional estadounidense, expresaron su reconocimiento a los comicios.
El dilema honduras se ha transformado en un problema para los Estados americanos, que juegan, en sus posturas ante el conflicto, todo su arsenal ideológico.Pese a las denuncias de violencia militar y falta de libertad de expresión, países de la región continúan con la vieja estrategia de hacer lo que Estados Unidos impone.
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