Una lucha justa
Nunca pensaron que su medida de protesta podía tener repercusión internacional. Menos aún que una famosa conductora de televisión pidiera que se repriman sus protestas. Sí sabían que era complicado llevarla adelante, pero para algunos sectores de nuestra sociedad, las cartas están jugadas. El corte sobre la avenida 9 de julio por parte de diversas organizaciones sociales que reclamaban la incorporación al programa de cooperativas Argentina Trabaja.
A mediados del mes de agosto, la presidente Cristina Fernández anunció el lanzamiento de un plan, “Argentina Trabaja”, que tiene por objetivo crear 100.000 puestos de trabajo a partir de cooperativas, que harían tareas de obra pública o mantenimiento de infraestructura pública en los distritos donde están asentadas.
La mayoría de las organizaciones evaluaron como positiva la medida, por lo que solicitaron reuniones con el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación. Los pedidos no fueron atendidos y finalmente se supo que el programa se iba a implementar exclusivamente a través de las intendencias. Las organizaciones sociales, algunas de las cuales llevan adelante trabajo desde la década del 90 en los territorios se sintieron ninguneadas.
Se comenzaron a implementar medidas escalonadas de protestas y el 7 de septiembre diversas organizaciones barriales, de desocupados y cooperativas de trabajo se movilizaron al ministerio conducido por Alicia Kirchner, para exigir se modificaran los criterios de su implementación. No obtuvieron respuesta.
Ante la negativa a recibir los proyectos de trabajo cooperativo independientes, se decidió realizar una nueva medida de lucha el 22 de septiembre en provincia de Buenos Aires, Córdoba, Chaco, Santiago del Estero, Salta, Jujuy, Santa Fe, La Rioja, Misiones, San Juan, Catamarca, Río Negro, Chubut, Formosa y Santa Cruz. Esa demostración de fuerza tampoco resultó para ser incluidos.
Recién ante el anuncio de un acampe en las puertas de Desarrollo Social para el 1º de octubre se logró un acuerdo con el entonces subsecretario de Economía Social del ministerio. El gobierno se comprometió a incluir las cooperativas de los movimientos, organizadas como cuadrillas, en tanto y en cuanto se suspendiera la medida del día siguiente. El acampe fue suspendido.
Pero, luego de la salida de Pérsico del ministerio, las autoridades desconocieron el acuerdo. Pese a que en otros rubros tales como confección textil, principalmente de guardapolvos, las cooperativas de esos movimientos eran proveedores del Estado.
Fue entonces que llegó el acampe de dos días. Hubo algunos incidentes y también las palabras del ministro Aníbal Fernández, quien aseguró que las medidas estaban politizadas, que las organizaciones querían manejar el programa de acceso universal y que lo que buscaban era represión. A pesar de esta situación, se flexibilizaron algunas de las demandas y se llegó a un acuerdo.
La máxima de Susana no hubiera dado resultado y demuestra que no tiene mucha idea de lo que habla. Es entendible, sobre todo si se recuerda que es una mujer que piensa que los dinosaurios están vivos. Aunque no sabemos, a esta altura, a cuáles se refiere.
No hay comentarios:
Publicar un comentario