lunes, 2 de noviembre de 2009

Clarín y el corporativismo mediático en América Latina



En un escenario de profunda discusión sobre los medios de comunicación, el especialista en políticas de comunicación Martín Becerra consideró “inédito en la historia argentina el impacto masivo de este debate”.

“Nunca antes se discutió tanto en nuestro país sobre los medios y encuentro contribuciones muy interesantes, vi a senadores que jamás se habían preocupado por la regulación de los medios empapados en el tema. Esto tiene una dimensión que supera a la ley misma y a las posibilidades de que el Senado la apruebe o no. Cuando una sociedad pone estos temas en agenda madura mucho”, consideró.

¿Cómo analiza la reacción del grupo Clarín ante el impulso de la ley con la campaña de que TN puede desaparecer o al quitarla de la agenda con la pobreza?
Esto habla de una falta de estrategia editorial del Grupo. Cuando hay períodos críticos, no sólo Clarín sino el conjunto de los medios desnudan su línea editorial y quedan desconcertados. Si analizo en términos históricos la línea editorial de Clarín sobre finales de los 90 va rompiendo ese revestimiento de objetividad que sostuvo el contrato periodístico con sus lectores por varias décadas. Esto no significa que hayan sido objetivos, sino que había un esfuerzo para presentar como objetiva la línea del medio. Un punto bisagra es la tapa del día posterior al asesinato a Kosteki y Santillán cuando dicen que “La crisis causó 2 nuevas muertes”. En los últimos dos o tres años a muchos nos sorprendió el cambio editorial rotundo.

Sobre el proyecto en sí, ¿cómo vio los cambios que se hicieron en Diputados sobre el texto inicial (autoridad de aplicación y telefónicas)?
Veo muy bien los cambios en la autoridad de aplicación. No me gustaba tal y cómo lo presentó el Ejecutivo, incluso el fundamento que el propio proyecto declaraba, los 21 puntos, conducía hacia una autoridad de aplicación como la que finalmente salió, que significa que el gobierno, este y cualquiera, no tenga mayoría automática. Sobre las telefónicas, estoy convencido que fue un error quitarlas del marco regulatorio. Creo que es un error en términos de regulación de un servicio que es convergente, que ya no es por un lado radio y televisión y por el otro, telefonía. Estoy satisfecho con la sanción que obtuvo en Diputados, pero estoy seguro que si el Senado sanciona el proyecto, al día siguiente va a haber que comenzar a trabajar en una nueva ley de servicios convergentes. Dicho esto, tampoco estaba de acuerdo con que las telefónicas entraran así como así, además de las restricciones que establecía el proyecto, yo hubiera incluido varias más.

Junto a Guillermo Mastrini publicaron recientemente el libro “Los dueños de la palabra" donde revelan que hay 4 grupos en cada país de América Latina que son dueños de más del 80 por ciento de los mercados de información. ¿Cómo fueron esos procesos de concentración?
En América latina hubo concentración históricamente por industria, el caso de Televisa en México y O Globo en Brasil son emblemáticos. En nuestro país, el proceso de concentración es más reciente y ha tenido que ver con el tipo de regulación que dispuso la dictadura militar en los 80s. En toda la región el proceso de concentración se acelera hacia fines de los 80s y sobre todo durante la década de los 90s que es cuando las regulaciones comienzan a liberalizarse fuertemente, donde en Colombia se adopta el modelo de gestión privada de la televisión y en muchos se relajan las regulaciones y permiten niveles de concentración que antes no eran permitidos, también permiten la inversión de capitales extranjeros y algo que no es menor que es la introducción de capitales financieros, lo que sería la financiarización del sector.

¿En este estudio vio un comportamiento corporativo de lo medios a nivel regional?
Todo este proceso de discusión de la regulación que se da en el país también se da en Uruguay, Chile, Ecuador, Bolivia, México, Venezuela. Si algo sobresale es la ausencia de mediación periodística en el discurso de estos grandes medio. En otros períodos históricos, o con otros temas, había una mediación periodística entre lo que uno puede interpretar como el interés económico o político de un medio y la información periodística. En este caso se diluye, hay una especie de colonización de la línea periodística por parte de la representación corporativa y esto lo visualizo en los comunicados que fueron muy honestos de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) como de las organizaciones patronales del país. Esta ausencia de la mediación periodística la veo claramente en Clarín. Mientras que hay otros medios que dentro de su línea hay un esfuerzo de su redacción para separar el negocio liso y llano de la información periodística. Por otro lado es lo que motivó que el diario La Arena de La pampa se desafiliaran de ADEPA.

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