Hacia finales del 2008 una ola de inquietud recorrió el planeta de la mano de que una burbuja financiera impactaría de manera irreversible en los Mercados mundiales.
Inmediatamente se ejecutaron hipotecas, se cerraron empresas, comenzaron las quiebras y obviamente todo desembocó en el desempleo, que era la parte más temida.
Casi al unísono se levantaron voces advirtiendo sobre la posibilidad de que el costo de la crisis se cargara en los hombros de los trabajadores – que no eran precisamente los que la generaron - en un claro acto de injusticia social y especulación empresaria.
Un año después, nos preguntamos ¿Hasta dónde las profecías se cumplieron? ¿Quiénes pagaron finalmente y en qué forma?
Aquí lo escuchamos de la mano de un profesional que trabaja dentro de las industrias, sin pertenecer a ellas. Una suerte de ojo avizor que nos puede mostrar su visión.
miércoles, 9 de diciembre de 2009
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